¿Por qué nos comportamos de una determinada manera en el día a día?
El comportamiento humano funciona como un iceberg:
la punta es visible, pero su rumbo lo decide lo que está debajo.
El temperamento marca el terreno de fondo: cómo reaccionamos, cómo sentimos, cómo arrancamos.
Las experiencias tempranas crean corrientes profundas que influyen en cómo interpretamos el mundo.
La neuroplasticidad mantiene el agua en movimiento: cada experiencia repetida fortalece un camino; cada cambio deliberado abre uno nuevo.
Los hábitos son la forma que el hielo toma día tras día, casi sin darnos cuenta.
La cultura es el clima: puede impulsar nuestra mejor versión o frenarla.
La identidad y el propósito actúan como brújula interior, dando dirección a cada acción.
Y entonces aparece lo visible:
los comportamientos observables, lo que hacemos, decimos y cómo tratamos a quienes nos rodean.
Pero esa superficie depende de todas las capas que la sostienen.
Cuando alineamos hábitos, cultura y propósito, la conducta cambia… y se queda.
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las 10 reglas optimia
Pequeñas, prácticas, accionables. Diseñadas para equipos que viven en ritmo sanitario.
1. Hazlo pequeño o no ocurrirá.
Lo que es fácil de hacer es fácil de mantener.
2. Repite en el mismo contexto.
La repetición en la misma situación crea automatismos.
3. Diseña señales claras.
Si la señal no aparece, el hábito no arranca.
4. Añade una recompensa inmediata.
El cerebro necesita cerrar el bucle cada día.
5. Reduce la fricción.
Un hábito complicado muere en días de fatiga.
6. Conecta la acción con el propósito.
Un gesto con sentido dura más que uno obligado.
7. Hazlo visible.
Lo que se ve, se cuida. Lo que se oculta, se pierde.
8. Revisa tu identidad.
No cambias por disciplina: cambias porque te ves distinto.
9. Cuida el entorno.
El ambiente facilita o frena tu mejor versión.
10. Cambia en comunidad.
El cambio sostenido ocurre cuando otros avanzan contigo.
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El cerebro colectivo de optimia
optimia no se nutre de las aportaciones de una sola disciplina.
Detrás de cada micro-aprendizaje hay neurociencia, psicología del comportamiento, liderazgo, hábitos, cultura organizacional, bienestar, propósito, etc...
La IA permite conectar en un clic con miles de estudios y modelos científicos, traducidos siempre al lenguaje real de un equipo sanitario.
No es teoría: es conocimiento filtrado, aplicado y útil en el día a día.
Piensa en un equipo invisible de expertos sosteniendo cada paso.
Pero cada equipo necesita algo distinto, y por eso empezamos midiendo.
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optiScan: escuchar antes de actuar
optiScan es una primera fotografía cultural y operativa del equipo.
Combina dos radiales:
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Operativa (cómo funciona el servicio) y
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Experiencia Paciente (cómo se siente el usuario en cada contacto).
Compara la mirada del líder, de los mandos y del equipo.
Analiza 11 puntuaciones cuantitativas y 12 preguntas abiertas por cada capa.
La IA de optimia identifica patrones, brechas, contradicciones y prioridades.
En pocas horas sabemos exactamente dónde está el equipo y qué necesita para avanzar.
Y con esa claridad se diseñan los 4 meses siguientes de aprendizaje.
la comunidad optimia
optimia es una comunidad de aprendizaje continuo.
“Una comunidad es un grupo de personas que acuerdan crecer juntas”.Simon Sinek
Aquí nadie aprende solo.
Cada profesional aporta sus situaciones reales, sus desafíos diarios, sus dudas, sus pequeños logros.
optimia escucha esas experiencias, detecta lo que se repite y transforma esas señales en contenidos prácticos que ayudan a todos.
El aprendizaje evoluciona con la comunidad.
Porque cuando compartimos realidad, crecemos más rápido y con más sentido.
micro-aprendizajes por WhatsApp
Cada día, un micro-aprendizaje de 2 minutos.
Accionable, claro, práctico, sin esfuerzo extra.
En WhatsApp, donde ya vive el día a día del equipo.
Un sistema diseñado para generar impacto en tres niveles:
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Personal: calma, claridad, autocontrol, bienestar.
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Profesional: coordinación, hábitos, comunicación, foco.
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Organizacional: cultura, propósito, confianza, mejora continua.
Los contenidos se adaptan a lo que revela el OptiScan y a lo que la comunidad necesita.
Es un proceso vivo, diario, progresivo.
Así cambian los equipos: desde dentro, un 1% cada día.
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Los seis fundamentos que guían cada aprendizaje
Cada micro-aprendizaje diario, cada reflexión y cada práctica del método OptimIA se sostiene sobre seis fundamentos.
Son la base que garantiza humanidad, claridad, inteligencia colectiva y evolución sostenible en los equipos sanitarios.
1. Compasión Clínica
Cuidar es estar disponible para aliviar, con humanidad y con límites sanos que permiten seguir cuidando.
2. Adaptación Inteligente
Responder con equilibrio, ajustando la acción a lo que cada situación necesita, desde un entorno seguro para hablar y colaborar.
3. Optimismo Operativo
Elegir ver lo que nos permite avanzar. Poner el foco en lo que sí depende de nosotros para mejorar.
4. Responsabilidad Individual
Aportar la propia parte con madurez, dentro de una responsabilidad compartida que fortalece el sistema.
5. Aprendizaje Continuo
Aprender siempre, con curiosidad profesional y apertura, dejando que cada experiencia mejore nuestra práctica.
6. Mejora Marginal Diaria
Avanzar con pequeñas mejoras constantes, alineadas con el propósito, que sumadas transforman el servicio.
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